Sunday, November 08, 2009

En la penumbra de aquel consultorio, Marie se encontraba sacudiendo la cabeza constantemente.
Todo se movía lento, violando el orden de sus neuronas.
Los ojos fosforescentes que llenaban de luz su rostro, miraron de reojo la puerta azul. Una muchedumbre de doctores se desplazaba rápidamente de un lado a otro. Y al fondo de la habitación, se oía el eco de dos voces:
- ¿Cuáles son los síntomas de esta mujer? ¿fracturas, hemorragias, desgarros musculares?
- No señor. No puede respirar, hablar ni pensar cuando él la mira.

te extraño tanto que hasta duele un poco mucho.

1 comment:

  1. no no no por dios terrrible entrada querida
    esto amerita ser tenidoen cuenta
    y probablemente te cite en mi blog en algun momento gracias a esta entrada
    saludos y copado leeerte
    nab

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incoherentes